Vinimos solos, morimos solos.
Nunca sentí el peso del mundo tan fuerte en mi,
necesito esa fuerza extra que me dabas.
¿Cómo hace uno para sobrevivir ante tanto peso, sin el apoyo que recibía?
Tic, tac, tic, tac.
De a poco se hace convierte en una tortura,
una cuerda sobre el cuello que aprieta el nudo continuamente.
Las muñecas queman, el alma pesa.
Agotamiento mental, rendirse ante todo.
El amor es darle a una persona el poder de destruirte y aún así esperar que no lo haga.
Escuché cuando quitaste el seguro.
Sentí la bala atravezar la niebla que danzaba entre mis manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario