Los altibajos cuando no pisas suelo firme. Cuando sonreír solo depende de vos. Cuando sentís que estás demasiado lejos.
La incertidumbre, los nervios, la lágrima fácil. La historia de siempre, solo cambia el paisaje. Que queres que te diga, ni yo lo entiendo.
El problema con los problemas, casi siempre, suele ser el modo en el que nos enfrentamos a ellos. El impulso, siempre el mismo: esconderte, llorar, rendirte. Puro instinto. Nos encanta compadecernos de nosotros mismos, lo difícil viene después.
Hoy estás abajo, caíste en un pozo sin fondo, las circunstancias te empujan... ¿Vas a dejar que sigan haciéndolo? ¿Vas a perderte en el vacío de nuevo? 


Palabras como paracaídas, sonrisas a modo de alas.

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